Mi enfermedad (y la de ella también).

Hoy, sin mucha convicción, llamé a N. Me atendió de manera bastante agradable, pero con una voz digna de Rocky tras pelear con Apollo. Anginitas!!! Se estaba enfermando, dijo. Inmediatamente pensé "hace rato que estás enferma", pero me pareció demasiado cruel, no??? También recordé que hace menos de una semana, quien escribe tuvo anginas. Saber, al menos, que por culpa mía (aunque sea a causa de un contagio inintencionado) sufre, me hizo sentir un poco mejor. "Ahora sabés lo que es estar mal por otro" (o por culpa de otro, bueh...) me imaginé diciendo. Lo cierto es que, mal que me pese, nada de esto es verdad (sé positivamente que a esta altura, injustos lectores, ya me habían calumniado y adosado atributos inmerecidos...y no digan que no!): me dio pena, pobrecita...me dieron ganas de abrazarla y darle besitos, de cuidarla un poquito. Mañana voy a visitarla a la casa un rato, a eso de las 17:30 hs., pero no mucho, porque a las 19:30 estoy entrenando estilo "mariposa". Lindo borrego, eh?? Así es mi carrera (Prof. de Ed. Física...les había dicho ya???).
Algo es algo, por lo menos la veo. Igual, de llamarme ella ni hablar. Tampoco me pide que la vaya a ver. Ni me calienta, acabo de proponerme hacer lo que se me cante, sin demasiada rosca (un poco es inevitable...soy así!! es como pedirle a Marley que no cante reggae...es como pedirle a Marley que no sea un gomazo (el otro, el de acá)). No pienso preguntar nada...si hago bien hago bien, y si no...también. El que tiene un perro que lo saque, y el que no, que no. Adiós.