Se pronostica buen tiempo.

Bien. Precisa palabra para arrancar el post de hoy. Y sí, la cosa viene bien. El miércoles (como todos los miércoles) fui a la casa de N. Como era de esperar, realicé un planteo...leve, pero complicado. Le dije que, la verdad-la verdad, la relación con ella no me estaba dejando nada. Así de simple; que no me llenaba en lo más mínimo, que sentía que no me enriquecía (espiritualmente, claro) en nada. Y que su falta de interés (notellamonotebesonolecuentonadaamisviejosnopropongonuncanadahacétodovos) ya me tenía cansado: yo necesito de esa energía que es sentir que el otro piensa en uno. ¿Qué me contestó? Nada, claro; nunca me dice nada, no resuelve nada. Aunque, esta vez, me dijo que a veces sentía como que yo le hacía las cosas muy fáciles, que yo, básicamente, no le costaba nada. "Nononononono, chiquita" le dije. "Vos te crees que me tenés garantizado, pero, yo me conozco, a mi la paciencia me dura poco". Y bueno, me fui. Me fui bien igual, ni enojado ni nada; es más, con beso y todo. Pensaba camino a casa: "esta hija de puta va a saber lo que es que no le den bola". Me iba a convertir en "El hombre más displicente del mundo" (Récord Guinness en Sri Lanka).
La vida cambió. El jueves ya era otra persona. Y, para la sorpresa del lector y mía, el que había cambiado no era yo. En el Instituto, N. aprovechó un recreíto para venir a mi curso, me abrazó y hasta me besó!!!!!!! Yo estaba careta como el Topo Giggio, no la podía creer. Pero esperen...me llamó al mediodía a mi casa!!! El infarto, a esa altura, ya era inminente. Y claro, el displicente había cedido prontamente su lugar al bobazo, uds. sabrán entender.
El viernes no fue taaaan sorpresivo ni taaaan cariñoso como el jueves, pero al menos (con carpa) me besó un poquito frente a otros alumnos. Vamooooo. Clásico del viernes: fui a su casa un rato. Ahí ni fu ni fa. Pero bien de todas formas.
Noticia: mañana, mis popes se van al teatro y a cenar. Casa: sola para mí. Invitación obligada: N. a comer. Respuesta: mañana onda 19 hs. me contesta. Ansiedad: niveles inimaginadamente altos. Intenciones según ella: muero por ponérsela (y a veces le doy miedito). Intenciones según quien escribe: si pasa, pasa. Sinceras intenciones según quien escribe: Ganas no faltan, ¿O debía aclararlo? Pronóstico: reservado (temo un "no" excusado). Próximo post: mañana, tras la respuesta. Actividades del viernes por la noche: casa de amiga (Muy amiga) a ver unas pelis. Acción: nula. Saludos: será hasta la próxima...