domingo, octubre 31, 2004

Soy Joaquín Sabina (o "Cuando sigo perdiendo apuestas")

Este es mi presente, hoy me siento así, como el Maestro Sabina, el prototipo del perdedor, del que nunca recibe lo que espera, del que sabe lo mucho que cuesta un beso, del que carga sobre sus espaldas los flagelos que el corazón le propinó.
Como muchos de ustedes habrán pensado (y como tantos otros me habrán dicho), Isabela no se comunicó conmigo...ni ayer, ni hoy.
Perdí, una vez más, la apuesta. Pagué, otra vez más, con la ilusión, con la esperanza, con el brillo de los ojos, con la ansiedad, con el dolor, con la vergüenza. Me doy vergüenza, me desconozco: en mi vida, si me hubieran preguntado, me habría imaginado tan iluso, tan ingenuo, tan fácil...
Por suerte, tengo la tranquilidad, la sensación que experimenta uno cuando sabe que hizo las cosas bien, que actuó de buena fe, que dio a cambio de nada. No importa entonces haberse mostrado como uno es, haberse abierto para mostrar al alma y que otra la vea, porque, llegado el momento, cuando se hace silencio y te quedás solo con vos mismo, te sentís transparente, sano, en paz.
Es por ello que, a pesar del sufrimiento que provoca perder, pienso seguir apostando, hoy, mañana y siempre, porque el que no arriesga no gana, porque seguir a lo que uno cree es siempre más válido que reprimirse, porque, no importa cuán alto sea el precio que haya que pagar, las deudas pueden ser saldadas, eternamente.

"Ese sol que ves ahí, salió para alumbrarte...cantá, cantá, así el dolor pronto pasará"

Besos y gracias por compartir este momento.

1 Comments:

At 1:01 a. m., Blogger Veruk@ said...

Esperar, apostar, perder, patalear, rearmarse... y apostar de nuevo. El ciclo es eterno, doloroso y muy molesto. Pero también necesario.
Ya llegará... y ojalá lo haga vía México

Besos

 

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